Desinspirado, empecé a escribir el post de hoy y lo borré. Redacté otro. Lo eliminé. Así sucesivamente. Tras seis intentos no tenía nada. Di undo varias veces y fui mirando todos los inicios truncos para este post. Me di risa. Conforme daba redo, los fui copiando. Aquí los dejo tal cual, se admiten interpretaciones sobre en qué demonios estaba pensando:
Inicio 1
Dejé la ventana abierta y se metieron los mosquitos a mis sueños. Tenía la nariz metida en tu cuello, que olía a leche y perfume, el olor abismal que me adormecía.
(Sí, pretendía hacer un post eroticón, pero como de inmediato empecé a arjonizar, por decencia, me detuve y borré.)
Inicio 2
Hallaron el cuerpo envuelto en las sábanas con las que dormía. Una mosca se detuvo en el párpado, semiabierto.
(Un intento de hacer un post policiaco, pero me dio pereza al bosquejar la escena del crimen, el texto sería larguísimo, y lo borré.)
Inicio 3
Su cuerpo es
(Quién sabe qué era su cuerpo. Como sea, detesto esos coqueteos poeticoides porque al rato iba a empezar a utilizar generalizaciones con sus labios son, sus pechos son, sus muslos son… mejor lo borré.)
Inicio 4
Las palabras que lastiman,
(Aquí iba a balconear la intenseadota de anoche. Ni al caso. Se borra.)
Inicio 5
Por momentos, el ego es como revolcarte en tu propia porquería esperando que los demás aplaudan y, más aún,
(No, bueno, aquí la intenseada estaba a tope. Ya sé que en este blog me da por azotarme, pero hasta en eso tengo mis límites. No quiero ni pensar hasta dónde llegaría con el “y, más aún,”. Bórrese en seguida.)
Inicio 6
A final de cuentas, soy un hombre de familia.
(Chale, chale, chale. Sí, es verdad eso creo que soy, en el fondo —claro, entonces por qué he llevado mi vida por estos caminos… mejor lo borro.)
(por definir) 